Desde hace muchos años, Lincon se convirtió en la división de lujo de Ford Motor Company, dándole al conductor una experiencia digna de aquellos pertenecientes de la “A list” (grupo selecto de la clase alta) y presidentes norteamericanos de la época. Lujo, clase y estilo es como se puede describir a Lincoln y no por nada Frank Sinatra lo menciona al principio de la canción “Nothing but the best”.
A través de su historia, Lincoln ha tenido vehículos emblemáticos como el Zephyr, Sunshine Special (uno de los primeros autos presidenciales), Town Car (convertidos en limusinas en los 80s y 90s siendo símbolo de éxito laboral) y por supuesto el Lincoln Continental de 1961, uno de los autos más emblemáticos de la marca gracias a su estilo, tamaño y diseño con sus puertas tipo “suicidas”.
A pesar de que Lincoln fabricaba sedanes de proporciones titánicas, en 1998 decidió introducir el Lincoln Navigator, siendo el primer SUV americano de lujo. A partir de ese momento hasta la fecha, Lincoln fue desplazando los sedanes para ofrecer sus SUV llevándonos a nuestra primera prueba de manejo de esta marca.

El Corsair es el SUV más pequeño de los “navíos” de Lincoln. Con la nueva línea de diseño en “S”, demuestra «armonía y dinamismo dando alusión a una escultura en movimiento”. Al frente tenemos la parrilla con detalles cromados flotantes que rodea a la estrella de Lincoln (es una pena que para el Corsair no esté iluminada).
Las luces Led de encendido automático le dan un porte de elegancia y versatilidad por su diseño. A los lados, los rines de aluminio satinado tipo turbina de 20 pulgadas le dan mucha presencia y nos hace recordar a aquellos que tenían algunos modelos anteriores de la marca. El nombre de este “navío” lo tendremos resaltado en ambos lados como buena embarcación. La parte trasera es la que más emblemas tiene ya que la mayoría del exterior es bastante limpio. Las luces traseras de LED le dan un aspecto moderno (aunque parece que solo voltearon las luces del MKC, la versión anterior). Algo que incorpora el Corsair son las dos salidas de escape para el motor 2.3T.
Entrar al Lincoln Corsair es como estar en una pequeña sala de concierto, comenzando con el tono de bienvenida que fue compuesto por la orquesta filarmónica de Detroit. Los asientos están conformados en dos partes, la estructura base y las “almohadillas” tapizadas en Piel Micro Perforada Bridge of Weir®, que además ser muy cómodos, permiten integrar el sistema de ventilación y calefacción a los asientos delanteros. El interior del Corsair busca satisfacer ese sentimiento de lujo y clase que la marca representa. Podemos comenzar viendo hacia el cielo con el techo panorámico Vista Roof que abarca las dos filas de asientos, permitiéndonos disfrutar del paisaje con el toque de un dedo.
El volante no tendrá los típicos bonotes para controlar las funciones de audio o la computadora de viaje, en vez de ellos, usaremos unas pequeñas palancas (joysticks) para realizar esa función. Los íconos de los comandos se iluminarán dependiendo la operación que estemos realizado. Dos de los detalles que hacen destacar el volante es que tendremos el botón para el comando de voz justo donde descansa el pulgar de la mano izquierda, una posición que no habíamos visto hasta el momento. El otro detalle son los comandos para el manejo semi autónomo (control crucero adaptativo y conservación de carril) que se encuentran en la parte baja del volante, al activarlos, se iluminan dando la primera impresión de que son touch (como aquél celular “de chocolate”) pero no, los botones se encuentran detrás.
El diseño del tablero es algo que también vas a disfrutar al estar viajando dentro del Corsair, comenzando con la moldura en un acabado metálico que abarca de lado a lado, ahí podrás notar el botón de encendido mientras que en el lado del copiloto, sutilmente aparece el emblema de Lincoln grabado, sin duda detalle muy elegante.
También veremos que las salidas del aire acondicionado parecieran que son de una sola pieza pero en el centro encontrarás (algo ocultos a primera vista) los botones que activan las cámaras y el asistente de estacionamiento. En una parte de este tablero tendremos “flotando” los controles para el sistema de audio y el aire acondicionado, que tiene tantos botones que te permitirá configurar independientemente la temperatura e intensidad según el gusto de los pasajeros.
Al centro del tablero sobresale la pantalla touch de 8 pulgadas adornada por un bisel en negro y cromo, en ella tendremos el sistema SYNC 3 pero con el diseño de Lincoln usando colores dorados y grises. Este sistema tiene radio en HD, reproductor de CD/MP3, conectividad Android Auto, Apple CarPlay, Bluetooth y puertos USB que se localizan debajo de este tablero. Como les había comentado, estar dentro del Lincoln Corsair es como estar en una sala de conciertos y esto se debe a su sistema de audio Revel con 14 bocinas que proporcionan una calidad (y potencia) audio sobresaliente que quedarás extasiado al escuchar tu canción favorita.
La versión del Lincoln Corsair que manejamos es la Reserve 2.3 L, que incorpora el motor de 4 cilindros en línea turbocargado de 2.3 L (de ahí el emblema en la quinta puerta) que genera 280 HP y 310 lb/pie de torque acoplada a una transmisión automática de 8 velocidades Selectshift integra el sistema I-Shift con un selector de velocidades tipo piano, haciéndote sentir interprete y director de la orquesta del Lincoln Corsair.
Si buscas un manejo más dinámico, tenemos la opción de realizar cambios secuenciales a través de las paletas de cambios detrás del volante. Para esta versión contamos con el sistema de tracción All Wheel Drive (AWD) que además de ayudarnos con un manejo más preciso, nos permitirá configurar la distribución de potencia conforme a la superficie. Para esta distribución, en la consola central tendremos la perilla “Drive Mode” la cual nosotros podremos elegir el comportamiento del Corsair, entre las opciones tenemos: NORMAL, que es el equilibrio entre desempeño y consumo. MODERADO, el cual tendrás el manejo muy suave y busca el mejor rendimiento de combustible posible y EMOCIÓN que liberará todo el potencial del motor 2.3 L con una respuesta ágil de la transmisión y el acelerador.
Con el mismo selector de Drive Mode encontramos las opciones para el desempeño de la tracción como RESBALADIZO, para lluvia, nieve y grava suelta reduciendo la “intensidad” en la transmisión de potencia a las ruedas y el ultimo es CONDICIONES EXTREMAS, para nieve profunda, lodo o arena desactivando el control de tracción para que las cuatro ruedas giren al mismo tiempo. De todas estas opciones sólo puedes elegir una.
Estar al “timón” del Lincoln Corsair, nos permite experimentar un manejo que ya no vemos hoy en día. Teniendo el modo NORMAL predeterminado, la respuesta de este SUV será lo más equilibrado, notando en cada momento la intervención del turbo mientras avanzamos, el cual no refleja el comportamiento que uno buscaría con este vehículo. El modo EMOCIÓN desata todo el desempeño que puede ofrecer el tren motriz del Corsair, a pesar de ser un SUV de lujo no dudes que puede despejar como un “torpedo” superando sin problema los 150 KMH, pero tampoco es el manejo que uno desea para un vehículo de este nivel. El modo de manejo que para mí hizo la gran diferencia con el “Moderado”, con este modo podremos disfrutar de un manejo bastante cómodo (y para mí muy agradable) ya que no tendremos esa reacción “explosiva” del motor, si no que, el andar del Corsair será suave y confortante permitiéndonos disfrutar cada kilómetro recorrido en ella.
Otro de los factores el cual nos ayudará a tener este confort cuando estamos conduciendo el Lincoln Corsair es la suspensión adaptable, dependiendo el modo de manejo que tengas seleccionado, será la firmeza de los amortiguadores. Mientras que con el modo EMOCIÓN tendremos una dureza para un manejo deportivo, los modos NORMAL y MODERADO serán lo más suave posible. La configuración en la suspensión tenemos doble horquilla al frente y multibrazo atrás haciendo que el Corsair se sienta tan suave que nos hace recordar a los grandes sedanes de la marca con ese sutil “lancheo” absorbiendo de gran manera las irregularidades del camino, sin duda una experiencia que no vemos hoy en día.
Conducir el Lincoln Corsair en autopista sobresale lo ligero que puede llegar a sentirse ya que habrá momentos en los cuales mires el velocímetro y sin darte cuenta estés yendo arriba de los 120 KMH permitidos. En nuestra prueba también llevamos el Corsair a una zona llena de curvas, en este tramo buscamos notar el desempeño con un manejo deportivo, con la tracción AWD y la suspensión independiente se desempeña de una manera aceptable pero la altura hará que se sienta un poco nerviosa al exigirle un poco más en las curvas, haciéndonos recordar que es un SUV de lujo y confort y no de alto desempeño.
En la seguridad, el Lincoln Corsair podemos mencionar que está más que completo. Comenzando con la parte mecánica tendremos frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y control de tracción AdvanceTrac®. Dentro del habitáculo tendremos dos bolsas de aire frontales de doble etapa, dos para las rodillas para los pasajeros de la primera fila y dos más tipo cortina con sensor de volcadura. También cuenta con el sistema de anclaje LATCH para las sillas de niños. En asistencias tendremos el control electrónico de estabilidad y el Roll Stability Control™ (RSC®), a pesar de contar estos sistemas, Lincoln nos hace mención de que se debe evitar realizar maniobras bruscas en su conducción para evitar alguna volcadura, esto debido a su altura (pueden verlo en la visera del conductor).
El Corsair incorpora el Lincoln Co-Pilot 360, el cual complementa la seguridad con varias asistencias en la conducción como: el Sistema de Información de Punto Ciego y Alerta de Tráfico Transversal (BLIS®-CTA), Control de Crucero Adaptativo con Stop & Go con Reconocimiento de Límites de Velocidad (el límite aparecerá en la pantalla del panel de instrumentos), el Sistema de Conservación de Carril con Asistencia y Alerta, Asistencia de Pre-Colisión con Detección de Peatones, Alerta de Colisión Delantera y Frenado Activo emitiendo una alerta visual y sonora. La cámara de 360 ° que se reproduce en la pantalla del tablero para una mejor visualización principalmente al estacionarse.
Mencionando la maniobra de estacionamiento, el Lincoln Co-Pilot 360 incorpora la Asistencia Automatizada de Estacionamiento, para activar esta función es a través de los botones del tablero que mencioné casi al principio. Realizar esta maniobra puede llevarte varios intentos porque varía un poco en su funcionamiento que de los demás sistemas que hemos probado (hasta de la misma marca). Al activarlo, nos preguntará que tipo de maniobra debe realizar (paralelo o perpendicular), con sus sensores estudiará la zona hasta encontrar el espacio necesario, al encontrarlo, te pedirá que detengas el vehículo y lo pongas en Neutral, a partir de este punto, el Corsair hará toda la maniobra incluyendo los cambios de velocidad y el uso del freno, pero para que pueda realizarlo debes de mantener oprimido el botón de la asistencia en todo momento hasta finalizar esta maniobra. A pesar de que esta asistencia resulta ser efectiva en su mayoría de veces (por los espacios que luego identifica), el proceso puede ser un poco tardado y como en otros vehículos con esta asistencia mejor optamos por estacionarlo nosotros ayudándonos con la cámara y sensores.
En nuestra prueba de rendimiento, el Lincoln Corsair cuenta con un tanque de 63 L, con el tanque lleno la computadora de viaje nos da un rendimiento de 490 km de autonomía aproximadamente, pero esta cifra dependerá mucho del modo y tipo de manejo. En nuestra prueba tuvimos un rango promedio de 8.5 km/l pudiendo tener como máximo 10.2 km/l, que consideramos una cifra promedio para esta motorización. Para ayudarnos a tener un buen rendimiento de combustible tenemos el sistema Start/Stop que se activará cuando estemos detenidos totalmente, sólo debemos recordar que “Este sistema no aplica si tienes el modo EMOCIÓN activado”.
Los detalles que notamos en el Lincoln Corsair aparecen al ser uno muy minucioso. El primero lo encontramos en la cubierta de la bocina que está en el tablero, ya que debido al diseño no asienta bien generando una pequeña abertura. En cierto modo me hubiese gustado que incorporara un cargador inalámbrico o de menos un espacio para dejar el celular. Una de las observaciones que genera el acabado tipo piano que tenemos en la consola “flotante” es que después de cierto tiempo puede llegar a rayarse y lucir mal, también en esta misma parte, el letrero de Lincoln se ve muy simple y yo le hubiera puesto iluminación como lo tenemos en las molduras interiores de las puertas, al fin y al cabo, debajo de la consola flotante hay una proyección de la estrella pudiendo aprovechar esa luz. Por último, el diseño del velocímetro y tacómetro en panel de instrumentos se ve (a mí consideración) bastante simple para el nivel de Lincoln, sin mencionar que, para México, ninguna de las dos versiones disponibles incorpora el panel de instrumentos totalmente digital.
Con un precio de $1,082,000 MXN para la versión Reserve 2.3 L, el Lincoln Corsair cumple su objetivo de ser un SUV de lujo, lo que uno más va a disfrutar será la suavidad en su manejo (con el modo MODERADO principalmente), el sistema de audio Revel hará de todo un concierto tu música favorita y sin duda la asistencia Lincoln Co-Pilot 360 que te hará sentir respaldado ante cualquier descuido tuyo al conducir. Los motivos que debes considerar el Corsair es que tiene el tamaño perfecto para andar en la ciudad, su diseño es cautivador a primera vista, su estilo y confort te hará sentir como parte de esa “A List” que pertenecía el gran Frank Sinatra. Y a ti ¿Te gusta el nuevo Lincoln con toda su clase?
Texto y fotos: Alejandro Gelista L.