El Suzuki Jimny, desde su llegada a México a finales del año 2020, demostró ser uno de los vehículos más deseados por el comprador mexicano, ya que en cada preventa que realizaba la marca, las unidades designadas se apartaban por completo en cuestión de minutos. Siendo el modelo de 3 puertas la única opción, algunos estuvieron fascinados y otros preguntarían por una versión de 5 puertas (para facilitar el acceso a los asientos traseros y también para el volumen de carga y después de casi 3 años, Suzuki tomó esas observaciones y la hizo realidad, presentando el Jimny 5 door.





Para conocer a fondo esta nueva versión del Jimny (porque ya habíamos tenido la presentación estática) Suzuki nos llevó a San José del Cabo para ponerlo a prueba. Nos hospedamos en el hotel Barceló Gran Faro el cual siendo un viaje de 3 días tendríamos la tarde libre del miércoles para poder preparar nuestros equipos para la ruta al día siguiente. En la noche, tuvimos una convivencia con el personal de Suzuki, preguntamos los objetivos y expectativas de la prueba, pero prefirieron dejar eso para la mañana siguiente por lo cual nos dedicamos a disfrutar de una abundante y deliciosa cena en la playa.






A la mañana siguiente, con mochilas preparadas (que Suzuki amablemente nos proporcionó) para llevarnos todo lo que necesitaríamos durante la ruta. Pasamos al salón de banquetes para desayunar, conocer las indicaciones de la prueba de manejo, las características del Jimny 5 door y por supuesto su precio.




Con la incorporación de las puertas traseras, el Jimny 5 Door aumenta su longitud total, de 3,645mm de la versión 3 puertas a 3,820mm. La distancia entre ejes pasa de 2250mm a 2590mm, con este alargamiento de chasis, el ángulo ventral se reduce de 28° de la versión 3 puertas a 24°, los ángulos de ataque y salida siguen igual (37° y 49°).


El aumento de dimensiones lo notaremos en el área de carga, ya que aumenta de 89 a 211 litros de volumen, permitiéndonos poder llevar más equipaje para la aventura. De acuerdo con la gente de Suzuki, los asientos no cambiaron de posición con respecto a la versión de 3 puertas por lo que el espacio para el conductor seguirá siendo la misma.
Al organizarse los equipos de dos pasajeros por vehículo, nos dirigimos al motorlobby donde ya nos esperaban aproximadamente 24 Jimny 5 door en los 5 colores disponibles: Carmesí Cosmos (exclusivo para esta versión), Verde Ob5e5ión (así es el nombre), Marfil Carbón (nuevo color), Negro Ninja y Gris Antártida para los invitados (más las unidades del staff).



Localizamos nuestra unidad que nos fue asignada, dejamos nuestro equipaje en el área de carga, acomodamos la posición de manejo, vinculamos nuestro celular con el nuevo sistema de infoentretenimiento para tener el mapa a la vista y por supuesto la música. La versión 5 door incorpora la nueva pantalla de 9 pulgadas touch con la nueva interfase siendo esta más ágil que su predecesor al momento de conectar el Android Auto o Apple CarPlay y con todos los preparativos listos, como si fuéramos a correr en la Baja 1000, nuestra ruta iniciaba al cruzar el característico arco de salida de Jimny. Con una larga caravana de alrededor de 30 Jimnys fue como salimos de San José Los Cabos tomando la autopista hacia el aeropuerto. En este tramo pudimos notar un importante comportamiento del Jimny, yendo a “altas velocidades”.



En un principio cuesta un poco de tiempo acostumbrarse al manejo del Jimny en autopista, ya que al ser un vehículo más alto que ancho (1720mm contra 1645mm), uno puede percibir las leyes de la física al trazar una curva volviéndonos muy sutiles al girar el volante. Otro factor en esta parte de autopista fue el desempeño del motor de 4 cilindros 1.5 L, que genera 102 Hp y 96 lb pie de torque, para la versión 5 puertas únicamente se ofrece con transmisión automática de 4 velocidades (incluida un Over Drive). Para mantener el ritmo de velocidad (y de la caravana) si le exigimos un poco de más con el acelerador haciendo que el motor del Jimny rugiera yendo arriba de las 3000 revoluciones.
Dejando el asfalto, pasamos a la superficie donde mejor se siente el Jimny, la terracería. Con la suspensión delantera y trasera de eje rígido con 3 brazos de sujeción con resorte helicoidal hace que podamos manejar el Jimny en caminos irregulares sin alguna preocupación. También pusimos a prueba el sistema de tracción All Grip Pro que se conforma de la tracción 2H (2 High) para conducir con tracción trasera, ideal para el manejo diario y la autopista, 4H (4 High) cuando el camino se pone algo resbaloso y necesitas de la tracción en las cuatro ruedas y la 4L (4 Low), donde gracias a la caja reductora, tendremos la mayor tracción posible yendo a muy baja velocidad para poder superar las superficies más complejas.


Para seleccionar la tracción de 2H a 4H, sólo tenemos de desplazar hacia abajo la pequeña palanca que se encuentra entre el selector de velocidad y freno de mano, la única condición es que no debemos exceder de los 60 km/h para hacer este cambio. Como esta maniobra es mecánica, para saber si este sistema está ya está activado, veremos un testigo verde en el panel de instrumentos. Para pasar de 4H a 4L es un proceso diferente, con el Jimny detenido, ponemos neutral, bajamos hasta el fondo la palanca selectora de tracción y escucharás como “engrana” la caja reductora. Para saber que ya está trabajando esta tracción, además del testigo verde, se prenderá el testigo amarillo de control de tracción desactivado.

Con el modo 4L fue con el que cruzamos las partes más complejas de la ruta como pendientes pronunciadas y caminos con piedras, gracias a su distancia al suelo de 210mm, fue suficiente para librar la mayoría de los obstáculos sin golpear el chasis. Hay que señalar que el desempeño del Jimny fue bastante bueno en estas pruebas, ya que las superó tan fácil que hasta sentimos que estaba “sobrado”. Además de caja reductora activada, seleccionamos la velocidad “L” y con el mínimo uso del pedal, fue como iba subiendo las pendientes empedradas, como si fuese una cabra del monte.




Regresando al asfalto fue momento de hacer una recarga de combustible para toda la caravana. Con el cambio de conductor, nos dirigimos al camino de Los Barriles de Santa Teresa, un camino acantilado el cual tiene al Golfo de California como paisaje. Una de las ventajas de las dimensiones del Jimny, es que los caminos estrechos podemos transitar sin tanta complicación. En esta parte de la ruta, no había alguna prueba extrema como en la primera parte, si no que aquí andaríamos en una situación más real para el Jimny, que es ir en terracería proporcionando buena comodidad para los ocupantes.







Debido a lo extenso de la caravana y de la baja velocidad que íbamos manejando principalmente en el acantilado, el itinerario se iba desfasando poco a poco, por lo que el hambre y el cansancio de hacía presentes. El siguiente destino de la ruta fue en “El Triunfo”, un pueblo en el cual tendríamos un breve descanso y sobre todo pasaríamos a comer para recobrar las energías antes de la última parte de la ruta. El punto de encuentro fue el restaurante “el minero de El Triunfo” donde degustamos albóndigas de salchicha y una paella muy bien preparada.

Para la última parte de la ruta, algunos colegas decidieron irse directo al hotel mientras los que nos quedamos, nos dirigimos al último destino de la prueba. Aquí el nivel de la experiencia aumentaba porque estaba anocheciendo y andaríamos transitando por senderos a obscuras. La última parte de la ruta fue podernos tomar la foto grupal, donde ya había anochecido y con la iluminación de los Jimny tuvimos una increíble postal.

Acabando este punto, fue momento de emprender el regreso al hotel, el cual, para mí fue la parte de la prueba que más disfruté, porque consistió en conducir por la terracería a una velocidad considerable para mantener el ritmo con la caravana y si a eso le agregamos que la superficie era un poco arenosa, me hizo sentir como si estuviera en una etapa de rally, manejando con la mayor concentración posible a una velocidad fuera de lo común. Sin duda una de las experiencias más increíbles de manejo.

Terminando esta “etapa de rally” retomamos el asfalto para dirigirnos al hotel. Algo que cambió la percepción al manejar por la autopista, es que el Jimny se sintió más estable que al principio de la prueba, tal vez porque ya después de varias horas manejándolo nos sentimos más confiados o era la necesidad de llegar al hotel a descansar. El punto es que le exigimos al Jimny y respondió muy bien. Y casi 11 horas de ruta, regresamos al hotel Barceló dando por terminada la prueba.


Algunas cuestiones de las cuales conversamos con la gente de la marca fue que, en mi caso, el volante tuviera la opción de ser telescópico para tener una mejor posición de manejo ya que al no serlo, me resultaba un poco complicado maniobrar en ciertas situaciones porque terminaba pegándome en las piernas mientras giraba el volante. En el interior, por lo mismo de sus dimensiones, no tiene tantos espacios para dejar objetos como lentes, celular y cosas que en cierto punto uno podría necesitar a la mano mientras se está conduciendo.

El Jimny sin duda se ha vuelto uno de los vehículos favoritos de aquellos que buscan un juguete con capacidades todoterreno, sus dimensiones son prácticas para caminos estrechos y para encontrar lugar en donde estacionarse cuando estés en la ciudad. Con la incorporación de las puertas traseras, viajar con más personas se vuelve más cómodo y práctico, además de poder llevar más objetos con el aumento del volumen de carga. Su desempeño es bastante bueno en la terracería y aunque hicimos ciertas actividades todo terreno como subir pendientes resbalosas y cruzar caminos con piedras, yo no lo expondría yendo a alguna experiencia más extrema sobre todo si está en stock.






Gran acierto de Suzuki en ofrecer 3 y 5 puertas un vehículo que sin duda todos quisiéramos irnos a la aventura.





Texto e imágenes: Alejandro Gelista L.
